Tres partes imprescindibles de la Torre del Oro en Sevilla

La Torre del Oro es uno de los monumentos más emblemáticos de Sevilla. Esta torre se encuentra a orillas del río Guadalquivir y tiene un gran valor histórico y cultural para la ciudad y para toda España. La torre se construyó en el siglo XIII durante el periodo almohade, y ha sido utilizada para diversas funciones a lo largo de su historia. Actualmente, se utiliza como museo naval donde se puede conocer la historia del Puerto de Sevilla y su relación con el río Guadalquivir.

La torre erigida en el río

La primera parte de la Torre del Oro es su situación en el río Guadalquivir. Esta torre está construida sobre un pedestal de piedra, que se encuentra en la orilla, y consta de tres cuerpos más y la terraza. Además, esta torre tiene una altura de 36 metros y un diámetro en la base de 13,85 metros, siendo su grosor de unos 3 metros.

El material predominante utilizado en la construcción de esta torre fue la caliza, cada bloque colocado uno sobre otro, y sobre ellos se han añadido las torretas y la corona.

Desde la terraza, se pueden disfrutar de unas vistas increíbles de la ciudad de Sevilla y de la desembocadura del río Guadalquivir.

La funcionalidad de la torre

Otra de las partes importantes de la Torre del Oro es su funcionalidad. Durante siglos, esta torre ha tenido diversos usos, primero como fortificación durante el período de los almohades, y después como prisión y lugar de almacenamiento de armas y municiones. Además, en el siglo XVIII se convirtió en un centro de control para la entrada y salida de barcos al puerto de Sevilla.

Posteriormente, en el siglo XIX se utilizó como base para el Real Cuerpo de Guardias Marinas, una institución que formaba a los hijos de la nobleza y de la alta burguesía para convertirse en oficiales de la Armada.

Finalmente, la torre se convirtió en museo y actualmente alberga el Museo Naval de Sevilla, donde se puede contemplar la historia de la navegación por el río Guadalquivir y la relación de la ciudad con el mar.

La decoración de la torre

La última parte importante de la Torre del Oro es su decoración. En la parte superior de la torre se encuentra la corona, con una estructura metálica revestida de azulejos dorados, lo que le da su nombre a la torre. Además, en la torre hay elementos decorativos de estilo mudéjar, como las inscripciones y los motivos geométricos.

También hay algunas habitaciones que están decoradas en un estilo neomudéjar con yeserías, cerámica y azulejos.

Conclusión

Muchas son las partes de la Torre del Oro que la hacen un monumento imprescindible para visitar en Sevilla. Su posición en el río, su funcionalidad histórica y la decoración son sólo algunas de ellas. Esta torre es un lugar que refleja la historia de la ciudad y su vinculación con el río Guadalquivir. Visitar la Torre del Oro es, sin duda, una forma única de conocer la historia y la cultura de Sevilla.

Inscripciones en la Torre del Oro

1. «Omar Al Mouttamin”: escritura cúfica estilizada, se puede ver en la corona (parte superior) de la torre. Esta inscripción indica que la torre fue construida por el gobernador almohade Abù Ya’qàb Yùsuf ben Muhammad al-Mù’azzam, a finales del siglo XIII.
2. «Oración Alá es grande»: inscripción que aparece en la cornisa de la torre y que se encuentra en todas las fortificaciones alternas de la época.

La Torre del Oro en la literatura y en la cultura popular

La Torre del Oro ha sido mencionada en numerosas ocasiones en la literatura y la cultura popular. Es una de las postales más icónicas de Sevilla y aparece en diversas leyendas y cuentos sevillanos.

En la literatura, la Torre del Oro aparece en la obra «La gitanilla» de Miguel de Cervantes, donde se describe la llegada de dos galeras a Sevilla «que con gran presteza se venían a echar al tablado de la Torre del Oro.»

También aparece en la obra “El amo del mundo» de Manuel Fernández y González, donde se describe un paseo en barco por el río Guadalquivir que incluye una visita a la Torre del Oro.

En la música, la Torre del Oro ha sido inmortalizada por la famosa canción «La Torre de la Vela» de la cantante sevillana Isabel Pantoja, que hace referencia a la torre y a la ciudad de Sevilla.

En definitiva, la Torre del Oro es un monumento que forma parte del patrimonio cultural e histórico no sólo de Sevilla, sino de toda España. Su posición, su función histórica y su decoración son algunos de los elementos que hacen de esta torre un lugar imprescindible para visitar en la ciudad.