Poemas a la Torre del Oro: Historia, Leyendas y Secretos

La Torre del Oro es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Sevilla, situado junto al río Guadalquivir. Esta torre defensiva, que data del siglo XIII, ha sido testigo de mucha historia y, además, ha sido fuente de inspiración para muchos artistas, entre ellos poetas que han escrito poemas en su honor.

La historia de la Torre del Oro

La Torre del Oro fue construida durante el siglo XIII por orden del califa almohade Abu Ya’qub Yusuf para proteger la ciudad de las invasiones marítimas. Durante años, esta torre y otra situada en el otro extremo del río formaron una cadena que impedía el paso a los barcos enemigos. En la actualidad, la Torre del Oro se ha convertido en un museo que alberga exposiciones sobre la historia de la navegación fluvial en el Guadalquivir, así como sobre la propia historia de la torre.

Poemas a la Torre del Oro

La Torre del Oro ha sido una fuente de inspiración para muchos poetas. A lo largo de los siglos, este monumento ha sido objeto de numerosos poemas que han tratado de capturar su belleza y su esencia. A continuación, presentamos algunos de los poemas más destacados que se han escrito en honor a la Torre del Oro.

«Torre del Oro» de Gerardo Diego

Gerardo Diego, poeta español de la Generación del 27, escribió este poema en 1926 como respuesta a una convocatoria realizada por la revista «Arte y Letras» para conmemorar el séptimo centenario de la Torre del Oro. En este poema, Diego describe la Torre del Oro como un «Sol inmóvil que se queda / clareando el Guadalquivir», haciendo referencia al reflejo de la torre en el río.

1. Sol inmóvil que se queda
2. clareando el Guadalquivir
3. sonoro, resplandeciente
4. en los murmullos menores
5. de la ciudad que se eleva
6. a ciegas por los alcores;
7. la Torre, el oro, de noche,
8. blanca, azulada, de día,
9. solitaria en su recinto,
10. bella cualquier fantasía.

«La Torre del Oro» de Luis Cernuda

Luis Cernuda es uno de los poetas más relevantes de la Generación del 27. En su poema «La Torre del Oro», Cernuda describe la torre como un monumento que evoca la historia y las leyendas del pasado, pero que también es una presencia viva en el presente, «hermosa en su austera arquitectura / pero siempre un símbolo vivo / de cuanto fue, de cuanto es».

1. La Torre del Oro se alza
2. sobre el Guadalquivir, sin fuera
3. ya que darle, ni cosa alguna
4. con qué competir o admirarla.
5. Porque no se precisa competencia
6. para una cosa como ella,
7. que es de la historia vieja y de la pura
8. belleza causa y signo.
9. Su historia no es menos que un recuerdo,
10. su leyenda otro, pero también
11. es la Torre un símbolo vivo,
12. hermosa en su austera arquitectura
13. pero siempre un símbolo vivo
14. de cuanto fue, de cuanto es.

Poemas populares

Junto a los poemas de los poetas más conocidos, también existen numerosas composiciones populares que han tratado de capturar la esencia de la Torre del Oro. Estos poemas se transmiten oralmente de generación en generación, y aunque no tienen una autoría definida, forman parte del patrimonio cultural de la localidad.

Uno de estos poemas populares dice así:

Torre del Oro, Torre del Oro,

altiva y blanca y de oro.

Cómo no he de quererte,

si eres la reina del puerto.

En otro poema popular se dice:

Torre del Oro, Torre del Oro,

que te vea yo y me enamoro.

Si en lo alto tuviera mi nido,

muy pronto yo sería un poeta rico.

Conclusiones

La Torre del Oro es uno de los monumentos más emblemáticos de Sevilla, y ha sido una fuente de inspiración para muchos poetas. A través de los poemas, se puede apreciar la belleza y la importancia histórica de este monumento, que sigue siendo un símbolo del patrimonio de la ciudad y de la cultura española en general.